Por Felipe Vega, Fundador y director general de CECANI Latinoamérica, organismos de divulgación y consultoría de las asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.
Las soluciones tecnológicas como la Inteligencia Artificial, cada vez se emplean más en empresas de diversos sectores, pero también en la sociedad civil organizada.
Actualmente, el 15% de las empresas en México utilizan inteligencia artificial (IA) en procesos clave de su gestión, principalmente en sectores de marketing, informática y servicios financieros.
Se prevé que en los próximos años la IA abarque más funciones y sectores. Para incrementar la productividad de esta herramienta se recomienda analizar en qué casos podría tener una mayor funcionalidad e impacto. El análisis previo de la gestión en las organizaciones es relevante para incorporar las soluciones tecnológicas.
Analicemos por ejemplo algunos usos empresariales de la IA:
La mitad de las empresas no logra incrementar sus ingresos provenientes de ventas en línea. Incluso, éstos disminuyeron o permanecieron iguales para 53.4% de las empresas. Más aún: el 12.2% de las empresas dejaron de vender en línea. Ante esto se plantea fortalecer las capacidades digitales de las empresas que ya tienen experiencia en ventas on line.
La IA podría fortalecer los esfuerzos de omnicanalidad y personalización que aumentarían las tasas de conversión y disminuirían en más del 17% los fenómenos de “carrito abandonado”.
Esta solución podría verse reflejada en mayores casos de éxito de mecenazgos o crowdfounding de las asociaciones civiles con un manejo más adecuado y certero de los posibles patrocinadores.
Otro importante uso potencial de la IA es impulsar el emprendimiento. Antes del año 2050 es fundamental aprovechar el bono demográfico de nuestro país para impulsar la creación de empresas. Hoy 7 de cada 10 emprendedores tiene entre 25 y 44 años cuando fundan su empresa y, si bien hay que apoyar el emprendimiento en cualquier rango de edad, en el año 2050 la edad promedio en México será de 50 años, lo que puede implicar una disminución en el ritmo de la creación de compañías.
La IA puede ayudar a establecer modelos exitosos en distintas empresas sociales que permitan mayor creación y consolidación de asociaciones civiles y la disminución de los riesgos inherentes a una nueva empresa. La búsqueda de patrocinios, generación de propuestas y más usos dedicados a la prospectación y ventas crecen en más del 73% con el uso de la IA.
Por otra parte, el periodo decisivo entre la rentabilidad o el fracaso de las empresas se encuentra alrededor de los dos años de funcionamiento. Entonces es necesario implementar estrategias de planeación y gestión empresarial que permitan afrontar los retos del periodo crítico identificado. La IA puede reducir significativamente las malas prácticas de actuación y gestión en las organizaciones.
Vale mencionar que el uso adecuado de la IA en las organizaciones implica un cuidadoso análisis de nuestra gestión e identificación de aquellas áreas en las que mayor utilidad puede tener la IA.