* En Querétaro en una década se han duplicado las fallas en el suministro de energía eléctrica por falta de inversión de la CFE en mantenimiento de la infraestructura
* A nivel nacional más de 11 millones de hogares (36,7% del total) viven en pobreza energética en México
* Chiapas, Guerrero y Oaxaca tienen los índices de rezago social más altos y los niveles de privación de necesidades energéticas más altos
La Senadora de Movimiento Ciudadano (MC) Laura Ballesteros Mancilla, lanzó un llamado “urgente” al Gobierno federal, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a los representantes legislativos del Congreso de la Unión, para trazar una ruta de transición energética en los siguientes 10 años, a fin de reducir de forma clara y contundente el uso de energías fósiles, con el objetivo de entrar de lleno en el uso y generación de energía eólica y en general de energías limpias.
Este fin de semana la senadora Ballesteros, acompañada de la diputada federal de MC en Querétaro, Paulina Aguado, y de la regidora del municipio de Huimilpan, Carolina Flores, visitaron el Parque Eólico San Pedro, ubicado en el municipio de Huimilpan en Querétaro, proyecto que cuenta con 15 turbinas eólicas (aerogeneradores), cada una con capacidad de 2 megawats y que en conjunto pueden producir hasta 30 megawats de energía limpia, con lo que se podría abastecer a 70 mil hogares mexicanos.
Importante señalar que este proyecto se llevó a cabo sin la participación de ningún gobierno; se trata de una inversión totalmente privada de 56 millones de dólares, con amplios beneficios sociales, medioambientales y técnicos para el consumo de electricidad en la zona, “clara muestra de que cuando se quiere hacer algo se puede lograr, y que si en un futuro hubiera acompañamiento de los diferentes niveles de gobierno, sería un modelo que se podría replicar en todo el país”, subrayó Laura Ballesteros.
En este contexto, la Senadora de la Bancada Naranja destacó que tanto la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como el Gobierno federal, le están fallando al país y especialmente a Querétaro, ya que en una década se han duplicado las fallas en el suministro energía eléctrica.
En los últimos siete años la CFE no ha invertido en el mantenimiento de infraestructura eléctrica para Querétaro y en el crecimiento de la infraestructura, por el contrario, indicó, estuvieron frenando el arranque de este parque eólico que se hizo además con dinero privado y que ya brinda beneficios para la población queretana.
En el marco de su visita el Parque Eólico San Pedro, Laura Ballesteros dijo que este es el futuro y hacia allá debemos ir en materia de generación de energía para cambiar el futuro del país y su actual dependencia de las energías fósiles.
Desde el Senado de la República demandamos una estrategia nacional con presupuesto real para impulsar las energías eólicas y limpias en el país. Este es el futuro, las energías verdes y renovables, el futuro es cuidar y defender al planeta, esto que es un esfuerzo de la Iniciativa Privada (IP) debería de replicarse en todo el país. Es inexplicable que en el Gobierno federal no haya interés en llevar esto a un plano nacional, la inversión en energías verdes tendría que ser la prioridad, enfatizó.
Importante destacar que hoy de acuerdo con datos de CONEVAL, más de 11 millones de hogares, los cuales representan 36,7% del total nacional, viven en pobreza energética en México. En primer lugar encontramos a Chiapas, Guerrero y Oaxaca, con los índices de rezago social más altos y con los niveles de privación de necesidades energéticas más altos. Estas entidades son seguidas por Campeche, Quintana Roo, San Luís Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Estos datos evidencian un importante patrón en el sur del país donde se concentran los mayores niveles de pobreza energética.
De acuerdo con el indicador de Carencia por Acceso a los Servicios Básicos en la Vivienda del CONEVAL, hay aproximadamente casi 4 millones de hogares en México que no cuentan con acceso a electricidad en sus viviendas o usan leña o carbón como combustible para cocinar. Lo que significa que hay una diferencia de 7 millones 195 mil hogares, que los estudios de CONEVAL no consideran que sufren privación por los servicios básicos de energía.