Por Julio César Briseño Cruz, Ceo de cénit, consultoría empresarial y banca de desarrollo
En tiempos de profundos cambios, las industrias deben adoptarse a nuevas expectativas y requerimientos de mercado. Las que mantienen esquemas más tradicionales y gestiones casi inamovibles, como las empresas que integran el sistema financiero, son las que mayores modificaciones deben hacer para no condenarse a la obsolescencia.
Si un importante parteaguas de renovarse o morir ocurrió durante la pandemia mundial de Covid-19, ahora abruptos cambios como la omnicanalidad, el Big Data que impulsa la personalización e Inteligencia Artificial (IA) e incluso los conflictos bélicos derivados de los ataques de Rusia a Ucrania y del grupo terrorista Hamas a Israel, imponen una reconfiguración en la gestión financiera a nivel mundial.
Los siguientes son los cinco pasos trascendentales de reinventar la industria.
Aprovechar la tecnología y la IA para mejorar la productividad, la gestión del talento y la entrega de productos y servicios.
Esto incluye la aplicación de IA y analítica avanzada para implementar la automatización de procesos, plataformas y ecosistemas.
Otros principios asociados con el éxito incluyen operar más como una empresa de tecnología para escalar la entrega de productos y servicios, cultivar una arquitectura basada en la nube y orientada a la plataforma así como mejorar las capacidades para hacer frente a los riesgos tecnológicos.
El desarrollo y la implementación de tecnologías distintivas se convertirán cada vez más en un diferenciador crítico para los bancos.
Flexibilizar e incluso desagrega el balance general.
La flexibilización implica el uso activo de la sindicación, los modelos de originación de crédito a distribución, los balances de terceros y un enfoque renovado en los depósitos. La disgregación, que puede realizarse en diversos grados y por etapas, impulsa este concepto aún más y puede significar separar las empresas orientadas al cliente de la banca como servicio y, además, utilizar la tecnología para reestructurar radicalmente los costos.
Escalar o salir del negocio de transacciones.
La escala en un mercado o producto es la clave del éxito, pero puede ser multifacética.
Las instituciones pueden encontrar un nicho en el que profundizar, o pueden buscar cubrir todo un mercado.
Los bancos pueden buscar agresivamente economías de escala en sus negocios de transacciones, incluso a través de fusiones y adquisiciones que es un diferenciador importante entre los bancos tradicionales y los especializados o aprovechar a los socios para ayudar con las salidas.
Mejorar la distribución.
Esto para vender a los clientes y asesorarlos directa e indirectamente, incluso a través de finanzas integradas y mercados. También ofrecer asesoría digital basada en IA.
Un enfoque omnicanal integrado podría aprovechar al máximo la automatización y la interacción humana, por ejemplo.
Decidir una estrategia para la distribución de terceros, que podría ser a través de asociaciones para crear oportunidades financieras integradas o modelos basados en plataformas, asimismo, puede crear oportunidades para satisfacer las necesidades de los clientes.
Adáptese a los riesgos cambiantes.
Las instituciones financieras de todo el mundo tendrán que estar al tanto del entorno de riesgo en constante evolución.
En el contexto macroeconómico, esto incluye la inflación, unas perspectivas de crecimiento poco claras y posibles problemas crediticios en sectores específicos, como la exposición a los bienes raíces comerciales.
Otros riesgos están asociados con los requisitos regulatorios cambiantes, el riesgo cibernético y de fraude, y la integración de análisis avanzados e IA en el sistema bancario. Para gestionar estos riesgos, los bancos podrían considerar elevar la función de riesgo para convertirla en un verdadero diferenciador.
También podrían reforzar aún más la primera línea e integrar el riesgo en las actividades cotidianas, incluida la inversión en nuevas actividades de riesgo impulsadas por el crecimiento de la IA generativa. Es probable que los cambios subyacentes en la economía real continúen de maneras inesperadas, lo que obligará a los bancos a permanecer cada vez más atentos.