Prevenir para enfrentar situaciones inesperadas, puede salvar el patrimonio de las familias; en especial cuando se trata de la partida de un ser querido, ya que en México sólo 4% de la población cuenta con un plan funerario a futuro.
Esto nos coloca por debajo de Colombia con 50% o Estados Unidos que registra el 25%.
Esto deja la responsabilidad a los familiares, quienes de no estar preparados enfrentarán estrés financiero, psicológico y en algunos casos legal.
“En México, la cultura de la previsión funeraria es casi nula, ya que 96 de cada 100 mexicanos no se atreven abordar el tema, sin embargo, después de haber enfrentado una situación excepcional como lo fue la pandemia, es momento de poner el tema sobre la mesa”, dijo Manuel Ramírez, director de J. García López.
“La previsión funeraria es un tema social de ignorancia voluntaria, que pone en riesgo la estabilidad económica”, comentó el directivo.
Con lo anterior toma relevancia que la familia hable de los decesos a su interior y tomen previsiones.
“Es por eso la importancia de considerar la adquisición de un plan funerario a futuro como una inversión segura que protege nuestro patrimonio y evita malas decisiones”, comentó.
Un Plan Funerario a Futuro, te libera de:
- Estrés Psicológico: por el trauma que en sí representa el evento.
- Estrés Jurídico Legal: por los trámites a realizar ante las diferentes instituciones, en caso de deceso médico legal -donde se complica aún más- por los procedimientos a realizar ante diferentes instancias.
- Estrés Financiero: por el desembolso a realizar de manera imprevista.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH), sólo 35.5% de los adultos cuenta con un ahorro formal, con una media de 7 mil pesos, recursos que a mediano plazo son utilizados para emergencias de salud y el hogar.
Lo anterior, sin considerar la posibilidad de un deceso, el cual tarde o temprano todos enfrentaremos.
“Es vital informarse de los beneficios de adquirir un plan a futuro como son las mensualidades congeladas, sin fecha de caducidad y trasferible”, concluyó Ramírez.