En Estados Unidos (con cerca de 120 mil muertos y más de 2.2 millones de casos), el presidente Donald Trump, en plena campaña para su reelección, aseguró que había ordenado ralentizar el ritmo las pruebas de diagnóstico porque cada vez “encontramos más gente, más casos”.
“Por supuesto que bromeaba, para denunciar la absurda cobertura mediática”, dijo luego a la AFP un funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato.
Trump celebró su primer mitin electoral posconfinamiento en una sala cerrada en Tulsa (Oklahoma). Seis organizadores dieron positivo al virus y los seguidores, la mayoría sin mascarilla, se comprometieron por escrito a renunciar a cualquier demanda legal si contraían el coronavirus.
Mientras retrocede en Nueva York y en el noreste del país, la enfermedad se propaga en otras regiones, y en particular en Oklahoma.
Con Información AFP